Para obtener buenas mediciones, el pluviómetro debe estar situado en un espacio libre, a una distancia correspondiente al doble de la altura del obstáculo, tales como: edificios, árboles, matorrales, etc.
La estaca (poste) debe estar clavada en el suelo lo más verticalmente posible. Un buen riego depende de muchos factores, entre otros: Naturaleza del terreno, temperatura ambiental, higrometría, avance de la vegetación, etc.
Es necesario un conocimiento exacto de las precipitaciones, para ello las mediciones deben ser regulares, preferentemente cada día a la misma hora.
1 graduación: 1 l. de agua por m².
Después de cada lectura vaciar el pluviómetro y secar el interior con la ayuda de un trapo.
Riegos: Para grandes superficies es recomendable el uso de varios pluviómetros, convenientemente repartidos.
Un examen atento de las lecturas permitirá conocer la cantidad de agua necesaria y el reparto más adecuado de los aspersores.